Hormigón desactivado

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Hormigón desactivado: composición, modelos, precio m2

El hormigón desactivado, a veces denominado hormigón lavado, se distingue como una opción decorativa en la construcción, resaltando la grava con un método de vertido distintivo y meticuloso. Este material se crea mezclando una receta especial de hormigón, con un generoso contenido de grava y aplicando una técnica única en la etapa de vertido. El proceso consiste en poner la grava en primer plano mediante la eliminación de una fina capa de mortero de la superficie.

En la etapa de vertido, se rocía un desactivador específico sobre el hormigón aún húmedo, su función es ralentizar el endurecimiento superficial del material. Una vez que el hormigón alcanza un cierto grado de endurecimiento, su superficie se limpia con chorro de agua a presión, eliminando la capa de mortero y dejando al descubierto la grava.

El hormigón desactivado destaca no solo por su agradable estética, sino también por su funcionalidad y durabilidad, siendo una de las opciones favoritas para el diseño de exteriores, como callejones, terrazas o zonas adyacentes a piscinas. Debido a la diversidad de opciones en cuanto a tipo y color de grava, el hormigón desactivado permite una amplia personalización, adaptándose fácilmente a las especificidades de cada proyecto y entorno en el que se integra.

La composición del hormigón desactivado

La composición del hormigón desactivado es esencial para lograr sus características distintivas y estéticas apreciadas en proyectos de construcción y paisajismo. Este tipo de hormigón se consigue mediante una mezcla bien equilibrada de cemento, agua, aditivos opcionales, arena y, por último, pero no menos importante, grava. Cada componente se selecciona y dosifica con precisión para garantizar tanto la apariencia como la funcionalidad del hormigón desactivado.

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Mezcla básica

  • El cemento es el principal aglutinante que garantiza la resistencia y durabilidad del hormigón.
  • El agua activa el cemento y permite verter y dar forma a la mezcla antes del curado.
  • Los aditivos se utilizan para modificar las propiedades del hormigón, como el tiempo de fraguado, la fluidez y la resistencia a las heladas.
  • La arena contribuye a la densidad y estabilidad, proporcionando una textura fina y evitando el agrietamiento.

La grava, el elemento central

La grava desempeña un doble papel en el hormigón desactivado: es un elemento estructural y estético a la vez.

  • Forma: La grava puede ser redonda (grava laminada) o con bordes más ásperos (grava triturada), cada tipo aporta un aspecto y una textura diferentes a la superficie final.
  • Tamaño: El tamaño del grano puede variar, lo que influye en la apariencia y textura del concreto.
  • Color: Gravel está disponible en una variedad de colores, desde tonos naturales hasta opciones más vibrantes, lo que permite la creación de diseños únicos y personalizados.

Alto contenido de grava

El hormigón desactivado contiene un mayor porcentaje de grava en comparación con el hormigón tradicional para asegurar su importante presencia visual en la superficie final. Esto no solo enriquece la estética del hormigón, sino que también mejora ciertas propiedades, como la resistencia al deslizamiento debido a la superficie texturizada.

Personalización y adaptabilidad

A través de la variedad de opciones disponibles en términos de grava y aditivos, el hormigón desactivado se puede adaptar para adaptarse perfectamente a los requisitos y la estética de cada proyecto, al tiempo que ofrece durabilidad y funcionalidad en uso.

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Usos de este pavimento de hormigón desactivado

El hormigón desactivado se selecciona a menudo para diversos espacios urbanos, como plazas, aceras, carreteras y carriles bici, pero también en aparcamientos y calles peatonales. Además, también es una opción popular para proyectos privados, siendo ideal para hacer terrazas, callejones ajardinados o zonas alrededor de piscinas, aportando un extra de estilo y funcionalidad a los espacios exteriores.

Ventajas y desventajas hormigón desactivado

Beneficios:

  • Aspecto agradable y personalizable: El hormigón desactivado permite la personalización a través de la selección del color del grano y del cemento, adaptándose así al estilo y preferencias de cada proyecto.
  • Durabilidad y resistencia a factores externos: Es conocido por su resistencia a diversas condiciones climáticas y durabilidad a largo plazo.
  • Mantenimiento sencillo y rentable: Requiere un esfuerzo de mantenimiento mínimo y demuestra ser una solución económica a largo plazo.
  • Seguridad y adaptabilidad: Su superficie antideslizante y su capacidad para soportar el tráfico lo hacen adecuado para una amplia gama de aplicaciones.

Desventajas:

  • Implementación delicada: El proceso de aplicación del hormigón desactivado puede ser más complejo y requiere una mayor atención en comparación con el hormigón tradicional.
  • Mayor inversión inicial: Aunque ofrece beneficios a largo plazo, el coste inicial del hormigón desactivado puede ser mayor en comparación con otros tipos de hormigón.

¿Cuál es el precio del metro cuadrado de hormigón desactivado?

En España, el coste del hormigón desactivado por metro cuadrado comienza en unos 30-60 euros, pero es importante tener en cuenta que este precio es sólo orientativo.

Las tarifas pueden variar en función de una serie de factores, como la complejidad del proyecto, los materiales seleccionados, los costes de mano de obra y otros parámetros específicos del proyecto.

Por lo tanto, para una estimación precisa y adaptada a las necesidades específicas, se recomienda solicitar un presupuesto detallado.

Modelos hormigón desactivado

¡IMPORTANTE! Los siguientes modelos son orientativos. Puede encontrar los patrones de plataforma para concreto desactivado en una planta de concreto que produce estas recetas de concreto.

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Proceso completo de ejecución de hormigón desactivado

1. Preparación del hormigón

La elección del hormigón es fundamental para el éxito del proyecto. Aunque existe la opción de preparar el hormigón manualmente, se recomienda pedir el hormigón a una planta de hormigón para asegurarse de que la mezcla es homogénea y cumple con todas las normas de resistencia. Además, en la estación se puede optar por cemento de colores (blanco, negro, amarillo, etc.), aunque esta es una opción más cara. También puedes elegir el tipo de grava que desees, dependiendo del color y la forma.

2. Verter hormigón

El hormigón se vierte en el encofrado, en la zona destinada al hormigonado. Es vital asegurarse de que el área esté bien preparada y que el encofrado sea estable y nivelado, para evitar más problemas con el nivel o la forma del hormigón.

3. Nivelación de hormigón

Después de verter, el hormigón debe estar correctamente nivelado. Esto se puede lograr usando una regla de concreto o una losa vibratoria para garantizar una superficie lisa y uniforme.

4. Aplicación del agente incapacitante

Una vez nivelado el hormigón, se aplica el agente desactivador. Evita el endurecimiento completo de la capa superficial de mortero, permitiendo posteriormente la exposición de la grava.

5. Tiempo de descanso y lavado

El hormigón debe tener un tiempo de reposo adecuado, que puede variar (por ejemplo, 12 horas) en función de las condiciones ambientales como la temperatura. Después del reposo, el hormigón se lava con un chorro de agua a presión, retirando la capa de mortero no endurecida y dejando al descubierto la grava.

6. Creación de juntas de dilatación

Por último, las juntas de dilatación se realizan cortando y cortando hormigón. Estas juntas son esenciales para evitar grietas y garantizar la durabilidad y estética a largo plazo de la superficie.

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